Un tipo casi normal...

No me gusta que me hablen los taxistas. Tampoco cuando me cortan el pelo. No me gusta que cuando estoy mirando ropa alguien se me acerque y me diga hola, ¿te puedo ayudar? Ni aunque esté buena. Me gusta leer libros de pie en las librerías, aunque me pongo nervioso cuando una chica se pone a curiosear un libro a mi lado. Cualquier día me dará por invitarla a un café. No me gusta el café. Lo de invitarla "a un café" sería sólo por convención, se entiende. Para que supiera que tengo huevos pero que no soy peligroso. Tú me decías eres peligroso, miras hondo. Y yo respondía, te dije que no te convenía quitarme las gafas. No me gusta hablar con desconocidos. Con algunos. El taxista de esta mañana. Sólo me corto el pelo tres veces al año. Tú me llamabas Principito.

lunes, 3 de agosto de 2015

Qué hacer


“qué hacer con los pies manchando los charcos de reflejo”
MARÍA SOTOMAYOR





Qué hacer ahora
con la piel temblando en reverb el eco de la derrota;
qué hacer
cuando la peonza se rinde
y deja al descubierto
que ninguna rotación llevó nunca a ningún sitio,
la verdad de que para tocar una trompeta
no basta con soplar fuerte;
qué hacer ahora con la heroicidad fingida de los ojos,
con el rumor de los postigos
que ocultan el luto de nuestras paredes;
qué hacer cuando el dolor pasa y queda lo que más duele:
el dellaví de un dellaví
que ya no puede ser.

"Blanca es la ausencia"