Un tipo casi normal...

No me gusta que me hablen los taxistas. Tampoco cuando me cortan el pelo. No me gusta que cuando estoy mirando ropa alguien se me acerque y me diga hola, ¿te puedo ayudar? Ni aunque esté buena. Me gusta leer libros de pie en las librerías, aunque me pongo nervioso cuando una chica se pone a curiosear un libro a mi lado. Cualquier día me dará por invitarla a un café. No me gusta el café. Lo de invitarla "a un café" sería sólo por convención, se entiende. Para que supiera que tengo huevos pero que no soy peligroso. Tú me decías eres peligroso, miras hondo. Y yo respondía, te dije que no te convenía quitarme las gafas. No me gusta hablar con desconocidos. Con algunos. El taxista de esta mañana. Sólo me corto el pelo tres veces al año. Tú me llamabas Principito.

viernes, 22 de agosto de 2014

Un Madrid de nevera

…y tú envidas: mañana tenemos invierno si vienes conmigo.
Y yo acepto,
porque ¿acaso no es el mal tiempo una oportunidad de ser épicos?
Atravesar un desierto blanco para poder decir “te dije que volvería”.
Yo acepto
porque me apunto a un Madrid de nevera contigo,
porque ese frío no hiela.
Y por eso no traigo abrigos ni mantas,
porque a nosotros no nos hace falta protegernos
de lo que ya nos es conocido.
A nosotros no nos sobresaltan
los pies fríos del otro en la cama
porque recordamos qué es estar muertos.
Yo acepto
porque no hacerlo es de cobardes;
yo acepto porque a los demás las hogueras
las llamas las velas, a los demás las brasas,
pero a nosotros lo que en verdad nos arde
son las palabras imantadas
por un frío del mismo signo
que extrañamente
no nos repele.

La Nadia que no veis

3 comentarios:

  1. Descubro que tienes un blog y encantada de perderme en él...

    ResponderEliminar
  2. Encantado de encontrarte en él... ;-)

    ResponderEliminar
  3. Me estoy paseando por aquí y me gusta lo que veo... Bonito blog. Un saludo.

    ResponderEliminar