ANDRÉS PARÍS
la derrota de los acordeones,
porque no podemos atrasar las nubes
como si nada hubiera pasado,
como si no quedaran en la memoria del aire
las marcas de nuestra crueldad.
Nos devoramos como quien esquilma a otra especie distinta.
Nadie entiende el grito de otro idioma
pero le nacen hijos muertos a las pupilas de los últimos
[hombres buenos.
Podemos quedarnos,
seguir habitando la ilusión del progreso,
pero será apenas otra opción bárbara de sobrevivir,
como en las pelis de Saw.
Inédito